Al intentar publicar mi respuesta a tu comentario sobre el artículo del moro y el jamón, me he encontrado con una limitación de caracteres. Debes disculparme pero es la primera vez que iba a contestar a un comentario y no quería dejar ningún punto sin tratar. De todas formas, como tanto el comentario como mi respuesta pueden ser vistas por cualquiera, espero no te importe te conteste en una página principal. Sin más, me lanzo a ello.
Tú dices que no hay que generalizar, ya que es cierto que en todas las razas, religiones, etc., hay "gilipollas" (como tus los llamas), pero yo no lo veo así, yo prefiero utilizar una "balanza” y medir en sus conjuntos, como siempre se ha hecho, de ahí que digamos que los madrileños son “chulos” (aunque no todos), los catalanes “peseteros” (aunque no todos), los aragoneses “cabezones” (aunque no todos), los andaluces “vaguetes” (aunque no todos)…
Y si esto lo llevamos a un nivel superior obtendremos en mi “balanza” que si de cien gitanos uno es diferente, los cien están en el mismo bombo, si hay un moro bueno, por cada cien malos, los cien están en el mismo bombo. Yo prefiero sacrificar ese “bueno” que dejar libres a 99 “no tan buenos”.
También dices que no tendrías en cuenta el comentario de un niño seguramente influenciado por sus padres, más permíteme que te añada que eso ni yo ni nadie lo tenemos en cuenta tampoco, eso con ignorarlo sería suficiente, pero algunos, entre los que me incluyo, vemos que ese no es el problema, el problema es que quienes vienen de fuera no vienen a integrarse o adaptarse, sino a que nosotros cambiemos, vienen a imponer. Y esto ocurre con estas “razas” desde siempre, por ello estamos alarmados, porque hoy en día son incluso sus niños los que se permiten el lujo de hacerlo, y eso SÍ nos preocupa y mucho.
Continúas diciendo algo sobre que “no deberían existir” (creo que te refieres a los comentarios) y te lo resalto únicamente porque me parece bastante contradictorio el tono “fascista” y “totalitario” (términos que tanto gusta emplear en las jergas “progres”) para alguien que dos líneas más abajo habla de libertades (“libertad de pensamiento” exactamente).
¿En serio te conformas con este sistema educativo? ¿Realmente este sistema educativo es el valido para la educación de tus hijos? ¿Crees de verdad que este sistema educativo puede hacer algo de provecho con las “cabecitas” de nadie? Te recuerdo que este sistema educativo es el que permite o permitía hasta hace dos días pasar de curso con cuatro asignaturas (“mates”, “lengua”, ingles e historia, por ejemplo) suspensas, este sistema es el que enseña en las escuelas vascas que son amos y señores de sus “siete provincias”, o el que distorsiona la historia de Cataluña alejándola de la Corona de Aragón con sus héroes, símbolos,…este sistema educativo es el que permite que los niños peguen a los profesores como si no pasara nada, y removemos Roma con Santiago porque un profesor se atreva a dar un capón (seguramente merecido) a algún niñato sin educación cívica de sus padres denunciándolo por agresión y no se cuantas tonterías más…sí “amigo”, este es el sistema educativo que tenemos, y con el que tal vez tú te conformes, pero que yo no quiero para ninguno de mis hijos, ni para ningún otro niño ESPAÑOL.
Nos recuerdas también que en otras épocas pasadas se perseguía y fusilaba por no tener los mismos pensamientos. Supongo que no te refieres a los tiempos de la II República, porque los únicos que entonces fusilaron (en el mejor de los casos), torturaron y masacraron a cientos de indefensos sacerdotes, monjas y religiosos eran los “amigos de la libertad”. Si te refieres a la Guerra Civil, todos mataban por no compartir ideales, sólo hay que recordar las “checas” comunistas, los fusilamientos de tantos hombres (como José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma, Ramiro de Maeztu, entre otros muchísimos más) y las fosas de Paracuellos, con miles de fusilados tras las actas firmadas por el asesino Santiago Carrillo (aunque estoy seguro, viendo tu preocupación por las libertades de las personas que a él ya le habrás escrito una carta de indignación o un comentario como has hecho conmigo, gracias). Tampoco creo que te refieras a los tiempos de posguerra, porque cuentan tan poco los fusilamientos de los que me hablas como si yo te recordara las actas que firmó Franco perdonando a más de los que debería haber perdonado. Y no sé de que falta de libertad me hablas cuando existía prensa de ideología opuesta, de la misma forma que hoy existe censura en los medios de comunicación, como en el fondo tú muy bien sabes.
Sólo un apunte más, antes de finalizar mi extensa respuesta a tu comentario, y es que no se donde estudiarías tú, pero mi padre se sabe mejor los ríos, montañas, provincias, datos históricos, etc. Que mis propios hijos, y te aseguro que ellos lo tienen más reciente, lo que me hace pensar que no sería tan mala la educación de antes.
Por fin y para no alargarme más, me quiero despedir diciéndote que sé perfectamente cual es el significado de la palabra moro, y sé perfectamente como son la mayoría de ellos, como piensan, como actúan,…y lo sé, porque he estado muchos años viviendo con ellos en África, territorio español, pero África, de manera que sé con creces de lo que hablo. Como dato anecdótico (no es un chiste) ¿sabes como le dice un “moro” a otro cuando hacen alguna cosa mal hecha?...”pero que “moro” eres” (e insisto, no es un chiste).
Diccionario Real Academia:
moro, ra.
(Del lat. Maurus).
1. adj. Natural del África septentrional frontera a España. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a esta parte de África.
3. adj. Que profesa la religión islámica. U. t. c. s.
4. adj. Se dice del musulmán que habitó en España desde el siglo VIII hasta el XV. U. t. c. s.
5. adj. Perteneciente o relativo a la España musulmana de aquel tiempo.
6. adj. Se dice del musulmán de Mindanao y de otras islas de Malasia.U.m.c. s.
7. adj. Dicho de un caballo o de una yegua: De pelo negro con una estrella o mancha blanca en la frente y calzado de una o dos extremidades.
8. adj. coloq. Dicho del vino: Que no está aguado, en contraposición al bautizado o aguado.
9. adj. coloq. Dicho de una persona, especialmente un niño: Que no ha sido bautizado.
10. adj. Cuba. Dicho de una persona mulata: De tez oscura, cabello negro lacio y facciones finas.
11. m. trigo moro.
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